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La súplica de Príamo a Aquiles, Alexander Ivanov |
<<(...) Hermes saltó al carro, empuñó el látigo y las riendas e infundió gran fuerza a los caballos y a las mulas. Llegaron al foso y a las torres de las naves, donde los guardianes concluían su comida. Esparció el sueño en todos el Mensajero matador de Argos, y quitando las barras, abrió las puertas, e hizo entrar en el campamento a Príamo y sus presentes espléndidos, y llegaron a la gran tienda del Pelida. (...)
- ¡Oh anciano! Soy Hermes, dios inmortal, y Zeus me ha enviado para conducirte. Pero voy a dejarte, y no me mostraré a los ojos de Aquiles, porque no es digno de un Inmortal proteger tan abiertamente a los mortales. Entra, agárrate a las rodillas del Pelida y suplícale en nombre de su padre, de su madre venerable y de su hijo para conmover su corazón.
(...) Así se turbó Aquiles al ver al divino Príamo; y los demás se miraban entre sí llenos de asombro. Dijo Príamo estas palabras suplicantes:
- Acuérdate de tu padre ¡oh, Aquiles igual a los dioses! De mi edad es él y se halla en el umbral fatal de la vejez. Quizá durante tu ausencia le opriman sus conciudadanos, y no tiene a nadie que le aparte el ultraje y la desdicha; pero al menos sabe que estás vivo, y se regocija en su corazón, y todos los días espera ver a su hijo de regreso de Ilión. Pero yo, ¡desdichado de mí! que en la gran Troya engendré a hijos irreprochables, aún no sé si me queda alguno. Cincuenta tenía cuando llegaron los aqueos. Del mismo seno salieron diecinueve, y en mis moradas parieron a los otros diversas mujeres. El impetuoso Ares ha roto las rodillas de la mayoría de ellos. Sólo uno defendía a mi ciudad y a mis pueblos, Héctor, a quien acabas de matar cuando combatía por su patria. Y por él vengo a las naves de los aqueos; y para rescatarle te traigo presentes infinitos. Respeta a los dioses, Aquiles, y acordándote de tu padre, ten piedad de mí que soy más desdichado que él, pues me he visto obligado a hacer lo que no hizo en la tierra ningún hombre, a acercar mi boca a las manos del que mató a mis hijos.
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Aquiles y Príamo, Jules Bastien-Lepage |
(...) Mirándole con ojos sombríos, le contestó Aquiles el de los pies veloces:
- Anciano, no me irrites más. Sé que debo devolverte a Héctor. Por Zeus me ha sido enviada para prevenirme la madre que me engendró, hijo del Anciano del mar. Y sé también, Príamo, y no pudiste ocultármelo, que a las naves de los aqueos te ha conducido uno de los dioses. Por muy joven y valiente que sea un hombre, ninguno hubiera osado venir hasta el campamento. No habría escapada a la guardia ni levantado fácilmente las barreras de nuestras puertas. No despiertes los dolores de mi alma. Aunque en mis tiendas te recibí como a quien viene en son de súplica, temo, anciano, violar las órdenes de Zeus y matarte. >>
Este fragmento pertenece al canto XXIV de la Ilíada, que da cierre a la obra, y que termina con los funerales de Héctor. Finalmente Aquiles siente compasión por el anciano Príamo porque le recordaba a su propio padre, y le entrega el cadáver de Héctor (que había sido protegido por el dios Apolo para que Aquiles no lo desfigurara al arrastrarlo alrededor de las murallas de Troya). ¿O más bien cede ante las súplicas del anciano y le devuelve el cuerpo de su hijo porque así había sido determinado por Zeus? Sea como fuere, lo cierto es que Príamo consigue rescatar el cuerpo de Héctor, llevárselo a Troya y realizarle las debidas honras fúnebres.
En cuanto a nuestra obra, como pudimos comprobar en el ensayo de ayer por la tarde, ya está todo casi listo para el gran día :) Sólo quedan pulir algunos detalles como las luces, ajustar el volumen de la música... y para que no se os olvide el texto, id repasándolos de vez en cuando. De todas formas tendremos que quedar por lo menos otra tarde más para ensayar toda la obra de principio a fin, con los escudos, lanzas y el pequeño Astianacte (el nene de Héctor y Andrómaca) :) Ya sólo nos quedan cuatro clases... ahí iremos perfilando y puliendo esos detalles que nos quedan. ¡Un abrazote a
tod@s!!!
PD: Los dos días previstos para la representación son el viernes 17 de junio por la mañana, justo después del recreo; y el lunes 20 de junio por la tarde, a las 20:15